O Consejo General co gallo do Día Mundial do Traballo Social fai pública unha carta aberta dirixida á colexiación do Estado e á cidadania en xeral, co seguinte contido:
Queridas trabajadoras sociales y trabajadores sociales, ciudadanos y ciudadanas del mundo,
Hoy, en el Día Mundial del Trabajo Social, queremos alzar nuestras voces para denunciar las injusticias que existen y persisten en nuestras sociedades y los crecientes riesgos y amenazas contra los Derechos Humanos. Como profesionales comprometidas con la justicia social, la dignidad humana y la defensa de los derechos fundamentales, no podemos permanecer en silencio ante las desigualdades estructurales que marginan, excluyen y vulneran a millones de personas en todo el planeta y que las dinámicas de líderes mundiales de los últimos tiempos cuestionan las instituciones internacionales que velan y protegen la paz mundial y el bienestar social logrado.
En un mundo marcado por la concentración de la riqueza en unas pocas manos, donde el acceso a la salud, la educación, a los servicios sociales y la vivienda digna sigue siendo un privilegio para unos pocos, en lugar de un derecho garantizado para todas las personas, las trabajadoras sociales ni podemos ni debemos mantenernos al margen.
Nos preocupan las dinámicas de precarización laboral, el cuestionamiento a los sistemas de protección social públicos y las crisis humanitarias causadas por conflictos, el cambio climático y la corrupción son realidades que afectan de manera desproporcionada a los sectores poblacionales más vulnerables.
Es ahí donde el Trabajo Social es una profesión esencial en la promoción de la justicia y la equidad. Su labor no solo se enfoca en la intervención con personas y comunidades en situación de vulnerabilidad, sino que también impulsa cambios estructurales para transformar las condiciones de vida de quienes sufren exclusión y desigualdad. Desde la acción directa, el Trabajo
Social promueve modelos más justos de convivencia y desarrollo, basados en la solidaridad y el respeto por la dignidad humana.
Asimismo, en el día de hoy también queremos resaltar que el Trabajo Social juega un papel clave en la defensa del planeta y la sostenibilidad con la aplicación de la necesaria mirada ecosocial. En un contexto de crisis climática y degradación ambiental, es fundamental abordar el impacto social de estos problemas y promover iniciativas que integren la justicia ecológica con la justicia social. La lucha contra el cambio climático no puede separarse de la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y es aquí donde nuestra profesión asume un rol activo en la construcción de sociedades más responsables y comprometidas con el bienestar colectivo.
Nos preocupa profundamente el aumento de discursos de odio, la
criminalización de la pobreza y la indiferencia ante el sufrimiento de quienes migran en busca de un futuro mejor. La violencia de género, el racismo y la discriminación siguen cobrando vidas y vulnerabilizando vidas. Frente a estos desafíos, las trabajadoras sociales reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de sociedades más justas, equitativas e inclusivas.
En el día de hoy también queremos resaltar que el Trabajo Social juega un papel clave en la defensa del planeta y la sostenibilidad con la aplicación de la necesaria mirada ecosocial. En un contexto de crisis climática y degradación ambiental, es fundamental abordar el impacto social de estos problemas y promover iniciativas que integren la justicia ecológica con la justicia social.
En la celebración del Día Mundial del Trabajo Social del 2025 bajo el lema “Fortalecer la solidaridad intergeneracional para un bienestar duradero” recordamos también que este año se cumple una década de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que están generando un movimiento imparable que impulsa transformaciones sociales tanto a nivel mundial como a nivel local.
Acciones encaminadas a la consecución de soluciones sostenibles que den respuesta a los grandes desafíos del mundo, desde la pobreza y la violencia de género, el racismo, la desigualdad en sus diferentes dimensiones, la brecha financiera y los desafíos del cambio climático.
Así, como ya lo hicimos ayer, lo hacemos hoy y continuaremos haciéndolo en el futuro, las trabajadoras sociales llamamos la atención de las y los responsables políticos, alentando a las instituciones y a la sociedad civil a redoblar esfuerzos para garantizar que los Derechos Humanos no sean solo
palabras en documentos internacionales, sino realidades palpables en la vida de cada persona y que protejamos la conquista de derechos sociales en un contexto internacional donde se cuestionan, banalizan y atacan.
El Trabajo Social exige políticas públicas valientes y comprometidas que promuevan la equidad, sistemas de protección social sólidos y un modelo de desarrollo basado en la justicia social, la cohesión y la solidaridad que revierta la cada vez mayor sobre responsabilización individual de situaciones y problemas sociales y colectivos de carácter estructural.
Queridas compañeras y compañeros, el Trabajo Social es una profesión de reivindicación, compromiso e ilusión. En cada acción que realizamos, en cada intervención, en cada acompañamiento en pro de la defensa de derechos de ciudadanía, reafirmamos la posibilidad de un mundo mejor.
Sigamos alzando nuestras voces, organizándonos y actuando con la convicción de que un cambio es posible y necesario y de que la mejora del bienestar social vendrá también de la mano de las trabajadoras sociales.
Esta profesión no considera un sueño construir sociedades más justas e igualitarias, sino una exigencia ética y exigible a los poderes públicos.
Por la justicia social, por los derechos humanos y por la dignidad de todas las personas.
¡Vamos profesión, vamos Trabajo Social!
Emiliana Vicente
Presidenta del Consejo General del Trabajo Social